La mayor parte de las personas que sufren un contratiempo psicológico, emocional, desean comprender y sanar de ese dolor específico y continuar con el devenir de sus vidas.

Las POD pueden ser sumamente breves; de una sola entrevista, por ejemplo, o de varias entrevistas, unos meses, pero sin llegar al año de trabajo.

Las POD están indicadas cuando la causa del problema es de índole traumática, cuando el trauma no pasa a niveles intolerables. También son de suma utilidad cuando la persona reconoce que realiza conductas que puede definir cómo erróneas pero que le cuesta encontrar otra alternativa.

Este tipo de tratamientos son eficaces en aquellas personas que estás bastante satisfechas con el devenir de su vida, pero quieren reflexionar y cambiar algún aspecto en particular.
Estás personas tienen que tenerse confianza en que una vez objetivado el problema podrán renunciar a “cierta comodidad”, aunque paradójica, que producen los síntomas y saliendo de su zona incómoda pero conocida; probar poner en juego lo que realmente desean.
Las POD no están indicadas para trastornos complejos, ni depresiones de larga data.